Se cree que el juego " Dudo", también conocido como " los cachos", fue llevado a España por el Conquistador Español, Franco Pizarro a mediados del siglo XVI. Pizarro fue el precursor de la conquista del Imperio Incaico en Sudamérica y fue el fundador de la ciudad de Lima, quienes los Conquistadores declararon la capital de Perú.
De hecho, el corazón del Imperio Incaico radicaba en el Perú y los historiadores de este juego, opinan que era, efectivamente, jugado desde el Imperio Incaico y sin diferencia de clases sociales, cientos de cientos de años atrás entre los Andes y las Costas del océano Pacífico. Años más tarde los conquistadores Españoles se enamoraron del juego y lo aprendieron durante los años de la Conquista de América del Sur. Por cierto que los españoles eran tremendamente hábiles en este juego (para ganar hay que saber mentir) y contribuyeron a difundir su popularidad alrededor de toda Europa. Entre los diversos nombres con que se le conoce lo conocemos como Santaba, Cachito, Cacho, Dados mentirosos, y por supuesto, Dudo, nombre con que todavía se le conoce en muchos países de Sudamérica como el Perú, Bolivia, Chile entre otros.
Es creencia popular, que el Dudo está conectado a un antiguo juego Sudamericano llamado “Liari”—un juego de dados en el cual los jugadores estaban requeridos a mentirse recíprocamente y exagerar los datos del puntaje del juego. Santaba por su parte, es una versión más compleja del Dudo, en la cual se introduce el concepto de “sin verdad en los bolsillos”- Y no ha cambiado de reglas con los años, sino por el contrario, se continúa jugando con la mismas reglas originales del Perudo español. Sin embargo, el juego Dudo era más popular que el Santaba, porque es más fácil de jugar y además, goza de virtual y total acogida mundial y no sólo en Latinoamérica.